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Mostrando entradas de agosto, 2016

Manual Para Conquistar a Una Mujer...

Hace muchos años, cuando yo le pregunté a mi papá por los novios, él me dijo algo que hasta el día de hoy me ha marcado y más o menos iba así: Va a llegar el día, cuando usted tenga unos veintiocho años, en que va a conocer a los hombres que llevan flores, mandan regalos, que la consientan y luchen por conquistarla, solo cuídese y conviértase en la clase de mujer adecuada.   Aun no tengo 28 y mi papá ya no puede ver la mujer en que me convertí, en algún momento de mi vida he visto esto como machista pero reconsidero al pensar que mi papá no hablaba de prepararme para quedarme en la casa a cuidar niños o la cocina, si bien tengo aciertos y desaciertos como cualquier persona, me gusta la idea de honrar a mi papá con mis acciones, pero esa es otra historia, hoy les quiero contar acerca de como son esos hombres a los que se refería mi papá. Ayer mientras platicaba con mi mejor amiga, me decía ella que estaba sorprendida, pues la mayoría de hombres hoy en día ya no se toman el tiempo d

Caperucita entre lobos.

Afrontar el hecho de ser una mujer exitosa y líder entre hombres no es tan fácil como se lee, sobre todo por la cultura en que nos hemos criado la gran mayoría en la cual una mujer sirve para las cosas del hogar y si se sale del estándar, hay que destruir ese "libertinaje", pero ¿por qué necesariamente tiene que seguir siendo así? Cada día por la mañana, me levanto y realizo mi ritual para la absolución de penas, trato de recordarme que he despertado un día más para brillar y que sin importar lo que suceda con lo lobos, no es culpa mía. No es culpa nuestra, sino de ellos que no abren su mente al hecho de que las mujeres somos seres pensantes y que no estamos acá para servir ante su placer. Pienso que gracias a mujeres como Margaret Sanger, Marie Gouze y muchas otras, hoy tenemos libertades como la planificación familiar (anti concepción) y que nos tomen en cuenta como ciudadanas y podemos tener libertades hasta el punto de conseguir lo que sea que queramos. No somos déb