Y aunque algunos alegan que es mujer y que debo llamarlo "La Mar" para mi es un masculino inminente, no puedo llamarlo como mujer, seria demasiado inocente creer esa confusión cuando a plena vista veo lo que quiere ser... lo que es. Es azul, y su reflejo tiñe el cielo... o viceversa, ya no sé. Pero ¿cómo un color tan varonil podría ser mujer? a ciertas distancias y en algunos lugares he podido observarle, esmeralda, turquesa, azul celeste y hasta cristalina... como todo buen varón. Es un HÍBRIDO dijo mi nemesis, mi otro yo... No sé de qué modo inocente podría ser femenino, mi mar... porque es mio. Cada año vive una situación, que se parece a la que cada 28 vivo yo, pero esa no es prueba suficiente, díganme si existe alguna otra razón. Llego a sus orillas, a las vertiginosas corrientes, escandalosas emboscadas que terminan asegurándome que es fuerte y que se quiere hacer escuchar. Tiene vida dentro, pero no la produce en si mismo, aunque las alimenta y sirve de guía a
A un millón de años luz de casa... Intensa, lúcida, lúdica e irreverente. Locutora de radio, comunicadora social por placer, fotógrafa de cumpleaños y por emergencia, runner y lectora compulsiva.