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Mostrando entradas de mayo, 2014

Señorita...

Señorita, dígame la verdad antes que sea obsoleta por su dolor, dígame que me extraña... Señorita, dígame que su vida es un caos y que soy el dueño de su paz interior, dígame que me quiere, hable por  favor... Señorita, ya no sonría tanto. Sea honesta por favor... quiero ver en sus ojos llanto, tristeza y desesperación. Señorita, no ponga distancia, regrese y dígame ¿pqué nos pasó? Señorita ¿qué le pasa? No me gusta lo que presagian sus ojos, Señorita por favor... Señorita ¿donde está, esta noche? ¿cuándo volverá por mi? Señorita, la extraño tanto... Señorita, no se olvide de mi.

En honor a la verdad... (Lo que yo hubiese querido escuchar)

La verdad se corrompe tanto con la mentira como con el silencio. Cicerón   - En honor a la verdad -comenzó él, bajando su rostro- creo que todo esto ha sido una perdida de nuestro tiempo. No sé como pude confundirme tanto y no me mal entienda -prosiguió-  ha sido un tiempo liberador aunque desgastante, mucho de lo que hice ni yo creí que podía llegar a hacerlo y menos por otra persona. Para ser más honesto le agradezco el tiempo invertido en tratar de calmar mis demonios, sé de buena fuente que más de alguna vez pensó en tirar la toalla, que no fue fácil de manejar tanta inestabilidad y menos la presión de revivir el corazón de otra persona... CÓMO PUDO SOPORTARME -se repetía- yo no lo entiendo. Desde que esto comenzó esperaba que llegara el momento en que sin remordimientos pudiera alejarme, que no le doliera tanto, que no pareciera que yo no la quería... Por Dios,  se imagina cuántas veces me frustre esperando me diera los motivos para hacerlo. Creo que al final fui yo quien l

16 Días...

Los brazos del sol madrugador abren sus ojos, es temprano, no se han oído aún las campanadas de las seis, su cama se ve tan estática que ni se cree ella haya dormido ahí, ha sido difícil controlar sus sueños y pesadillas para poder volver a "dormir". Décimo sexto día, suspira, sostiene sus pensamientos y va por el café. Le habían dicho que cualquier ser humano común tarda 16 días en acostumbrarse a algo, 16 días en formar rutina y ella estaba pisando el tan ansiado día en que pudiera acostumbrarse a estar sin él. Los anteriores al décimo sexto han sido una escuela... Despertar con los brazos del sol antes de las seis, buscar la sonrisa adecuada para cada día, tapar con gafas los vestigios nocturnos del llanto, suspirar enfriando el café, ir y venir de un lado a otro y huir para no verlo pasaditas las tres. Uno que otro día la vida la desafió teniéndolo que ver a los ojos con cordialidad,, sutileza y suavidad... 16 días aún no bastan pero en algún momento tendrá que creerse