El tiempo pasa, incluso aunque parezca imposible, incluso a pesar de que cada movimiento de las manecillas del reloj duela como el latido de la sangre al palpitar detrás de un cardenal. El tiempo transcurre de forma desigual, con saltos extraños y treguas insoportables, pero pasa, pasa.... Incluso para mí. El tiempo pasa y no se estaciona, me hace crecer, madurar, vivir, volar... me hace reconocer e interrogarme a mi misma sobre lo que mi vida ha sido hasta hoy. He hecho muchas locuras, me he revelado al abandono y a la opresión, he crecido por crecer como dicen; no me falta mucho, teniendo muy poco, lo material no pesa tanto cuando lo piensas bien. He madurado como lo hacen las frutas aunque no es igual con todos, todo depende de quien me valore. He madurado lo suficiente para saber lo que me hace feliz, he entendido al paso de los años que es una delicia amar una vez y seguir con el recuerdo de vez en mes. He vivido eso que le llaman vida a cada instante y he c
A un millón de años luz de casa... Intensa, lúcida, lúdica e irreverente. Locutora de radio, comunicadora social por placer, fotógrafa de cumpleaños y por emergencia, runner y lectora compulsiva.