Llevamos meses en la misma rutina. Odiarnos hoy, empeorar mañana, sonreírnos tal vez pasado y comenzar de nuevo el circulo de vicioso a la siguiente salida del sol. Estoy cansada. Me he cansado Cariño de que la sonrisa que antes provocabas en mi, se haya transformado en la mueca de dolor que me dejas al marcharte. Mi puchero se ha cansado de aparecer en esos labios que te besaban a diario y mis ojos simplemente ya no pueden llorar. Ha sido todo de mi parte. Seamos amigos. Amigos de esos de los que se cuentan todo y se apoyan constantemente, alguna vez, antes de nuestra tragicomedia lo fuimos y llorabas conmigo, reías conmigo, soñabas conmigo hasta que el amor empeoró lo que ya eramos. Y si, voy a culpar al amor, Mi Cielo (porque para mi aun eres Mi Cielo), porque el amor nos deshizo al cautivarnos, nosotros ya eramos una historia graciosa y no era necesaria la tragedia para que alguien quisiera observarnos. Fracasamos los dos al intentar lo imposible. Pero aunque fracasamos, te e
A un millón de años luz de casa... Intensa, lúcida, lúdica e irreverente. Locutora de radio, comunicadora social por placer, fotógrafa de cumpleaños y por emergencia, runner y lectora compulsiva.