Yo nací un viernes y morí un lunes. Nada de lo que existe después de ese lunes es realmente interesante, nada de lo que existe realmente vale lo que duele.
Los lunes son los días más tristes de la semana, hace exactamente diecinueve lunes que no estás y la gente sigue siendo gente. La gente no entiende que ya no estás y no hay nada en esta tierra que llene esa soledad.
Los lunes me recuerdan que estoy sola frente a un mundo que no entiende lo que siento, muchos lo lamentan pero nadie lo siente. Nadie sabe que el vacío es tan arrollador que solo se anhela la muerte cada día.
Los lunes me recuerdan que ya nada peor puede pasarme. Los lunes son dolorosos y me han desahuciado. Los lunes ya no tienen color, no tienen vida ni emoción. Los lunes son días de llanto, tristeza y miedo.
Los lunes solo aguardan la noche para consolarme en medio de mi llanto, para perder el sueño, para esperar morir...
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