Las mujeres somos, en su mayoría, más perceptibles al dolor e incluso sufrimos más por cosas que nos imaginamos que lo que sucede en si. Pero que pasa cuando estamos sufriendo y elegimos seguir sufriendo con lo que si esta pasando, con lo que vemos, con lo que si es tangible.
Muchas veces perdonamos pecados capitales que suceden ante nuestros ojos, un ejemplo los coqueteos de nuestra pareja en nuestra cara, la relación entrañable con aquellas amistades que no nos aceptan, con su vida en donde no cabemos pues nunca hay tiempo para nosotros, lo que queremos decir y hacer pero que no hacemos porque siempre nos dice que no. No sé en que posición te encuentras tú, pues este es un largo camino de aceptación hasta el día en que no podemos más.
Muchas mujeres en mis charlas de los domingos, me escriben con la esperanza en la punta de los dedos pues todas tienen fe, en que les de la receta o la cura milagrosa para que el hombre que aman, cambie y las ame como ellas esperan... como ni siquiera ellas se aman.
La verdad es que es difícil tener que arrancar esas venditas de esperanza que detienen el sufrimiento y el dolor, pues cuando la pareja de uno decide transgredir los lazos de la relación para ir con otra persona, lo hará, hagamos lo que hagamos, aunque busquemos curas milagrosas y nos aferremos a esperanzas inútiles y si lo hace, lo aconsejable es que se vaya de una buena vez.
Muchas veces en la desesperanza nos quedamos varadas o quizás algún caballero que pase por este post se identifique con lo que estoy describiendo, pues en el valle del corazón roto somos muchas las almas heridas que sufrimos a placer, que al primer golpe nos quedamos pensando en todas las maneras posibles de contrarrestar el dolor, de sobrevivir y sobre todo de seguir luchando por la supervivencia de ese sentimiento que es el causante de nuestro sufrimiento en primer lugar. Por eso, hoy les presento mis soluciones ante el dolor:
SOLUCIONES ANTE EL DOLOR.
- Toca Fondo. A veces, cegados por la tristeza no entendemos que para empezar a recuperarnos lo mas importante estocar fondo, luego de caer se vuelve más fácil despojar nuestro cuerpo, alma y corazón de todo lo que nos pesa y a la larga soltar es lo único que queda en ruta para nuestra sanación.
- Acepta tu error. Debemos declararnos vencidos en esa batalla que no nos lleva a ningún lugar, pues aceptar el problema es el primer paso hacia la solución, recuerda que fallar es parte del prueba y error de la vida.
- Guarda la calma. Respira y no permitas que las emociones te cieguen, la serenidad de tu espíritu es más importante que pensar una y otra vez en lo mismo, eso solo nos hará más daño.
- Explica tus sentimientos. Nadie nace con diccionario, no pueden entendernos sino nos explicamos pero si no te quieren escuchar, ni entender, da la vuelta y vete de ahí, esa persona que no puede poner a un lado su ego para conocerte no te merece.
- Deja atrás tus inseguridades. No se puede amar a nadie sino nos amamos primero y muchas veces el error más grande que cometemos es buscar el amor que necesitamos en alguien más y de ahí nace todo el dolor que luego no podemos soportar, confiando en alguien más para sostenernos cuando somos nosotros quienes debemos amarnos más que a nadie, esa es la mejor coraza ante el dolor.
- Pierde el miedo a perder. Aprender a decir adiós es crecer decía una canción muy poderosa, deja que se vaya quien se tenga que ir, deja ir a quien no quiere formar parte de quien eres, a quien no quiere sumar, a quien no se quiere quedar a tu lado.
Pero sobre todo recuerda que para no sufrir, es fundamental querernos a nosotros mismos y confiar en quienes somos, confiar en nosotros y en lo que hacemos. La felicidad debe nacer en nuestro interior y debe ser intencional. Deja atrás esa situación y libérate del dolor.
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