Cumplí 30 años el mismo día que entendí mi similitud de vida con Bridget Jones, creo que desde niña pensé que seria algo mas "apegado" a la "normalidad" de lo que se vive. Esperaba uno o dos hijos, esposo, casa pero entre todo lo que me ha pasado en mis últimos treinta años de vida tengo muy pocas probabilidades de cumplir con la normalidad.
El día de mi cumpleaños no tuve amigos festejando, mi familia había desaparecido, mi novio me felicito no sin dejar de recordarme de paso que mis celos malditos nos habían hecho discutir la noche anterior...
Al cumplir 30 entendí que el significado de la vida era mucho mas banal para los demás que para mi, tuve dos años difíciles antes de ese gran día, tan difíciles que creí que jamas los cumpliría y para mi significaba una victoria sobre todo lo que podía salir mal, significaba que no quería desde ese día en adelante volverme a preocupar por nada que estuviera fuera mi control, que era tiempo de evitar el conflicto a toda costa, que los treintas eran mi momento de brillar y ser feliz.
Los TREINTAS se oyen pesados y para algunos son una carga difícil de llevar, pero yo volví al gimnasio, me estoy esforzando en aceptar que ya no puedo retroceder el tiempo y estudiar otra cosa, una familia loca, cuatro hijos peludos, un amor hecho a mi medida, unos amigos incongruentes directos molestos pero indispensables para mi y aunque los hijos, no están en mi panorama, tengo los mejores sobrinos del mundo que me aman y los amo, así que básicamente llegué a los ¡30 y FABULOSA!
El día de mi cumpleaños no tuve amigos festejando, mi familia había desaparecido, mi novio me felicito no sin dejar de recordarme de paso que mis celos malditos nos habían hecho discutir la noche anterior...
Al cumplir 30 entendí que el significado de la vida era mucho mas banal para los demás que para mi, tuve dos años difíciles antes de ese gran día, tan difíciles que creí que jamas los cumpliría y para mi significaba una victoria sobre todo lo que podía salir mal, significaba que no quería desde ese día en adelante volverme a preocupar por nada que estuviera fuera mi control, que era tiempo de evitar el conflicto a toda costa, que los treintas eran mi momento de brillar y ser feliz.
Los TREINTAS se oyen pesados y para algunos son una carga difícil de llevar, pero yo volví al gimnasio, me estoy esforzando en aceptar que ya no puedo retroceder el tiempo y estudiar otra cosa, una familia loca, cuatro hijos peludos, un amor hecho a mi medida, unos amigos incongruentes directos molestos pero indispensables para mi y aunque los hijos, no están en mi panorama, tengo los mejores sobrinos del mundo que me aman y los amo, así que básicamente llegué a los ¡30 y FABULOSA!
Comentarios