Siempre he sido de las que se ufanan de ser de mente abierta, colorida imaginación, la que no tiene cuadrados los pensamientos, de ser la que esta a favor de todas las practicas neo liberales de turno, de no ser ni blanco ni negro sino toda la gama de grises posibles... a menos que se trate del fracaso del amor.
Cuesta mayormente vivir cuando el corazón se gangrena por amor, e incluso se vuelve mucho más fácil, no mejor pero si menos dificultoso permitirle al alma odiar lo que pretendía amar ¡alto ahí! si estas esperando que te hable de buena voluntad porque un alma oscurecida por deseos no cumplidos no puede ser buena.
Quiero contarles que siempre que pretendo sonreír y amarle, no logro que mis ojos y mis labios se pongan de acuerdo, el alma no es capaz de soportar las embestidas de una libertad solitaria que sabe más a exilio que a libre albedrío. Todos los días me levanto rezando la misma misera oración de desconsuelo, en donde digo:
Y es que hasta escribir de lo que siento se vuelve más fácil cuando le odio, cuando busco una excusa para alejarme, cuando mis ojos presagian tormenta, cuando mi boca no muere por besarle... cuando mi soledad parece escogida y no asignada. A medida que escribo me siento mejor, el mal genio baja ¡vamos! hasta le acabo de sonreír al idiota, creo que externar mi odio disminuye el dolor.
Cuesta mayormente vivir cuando el corazón se gangrena por amor, e incluso se vuelve mucho más fácil, no mejor pero si menos dificultoso permitirle al alma odiar lo que pretendía amar ¡alto ahí! si estas esperando que te hable de buena voluntad porque un alma oscurecida por deseos no cumplidos no puede ser buena.
Quiero contarles que siempre que pretendo sonreír y amarle, no logro que mis ojos y mis labios se pongan de acuerdo, el alma no es capaz de soportar las embestidas de una libertad solitaria que sabe más a exilio que a libre albedrío. Todos los días me levanto rezando la misma misera oración de desconsuelo, en donde digo:
Dios por favor, por favor, por favor que hoy sea el día en que deje de quererle.No pasa nada, sigo queriéndole y mi corazon se pudre más a cada minuto. "Inmadura, tonta, una mujer sin amor propio" y muchas otras cosas más me han descrito en los labios de quienes dicen quererme, que la decisión es personal y que yo debo dejarle ir - me dicen - mientras pienso: que fácil se vuelve hablar de lo que no se conoce.
Y es que hasta escribir de lo que siento se vuelve más fácil cuando le odio, cuando busco una excusa para alejarme, cuando mis ojos presagian tormenta, cuando mi boca no muere por besarle... cuando mi soledad parece escogida y no asignada. A medida que escribo me siento mejor, el mal genio baja ¡vamos! hasta le acabo de sonreír al idiota, creo que externar mi odio disminuye el dolor.
Comentarios