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Manual de Contingencia, para un corazon roto...

Ahora por la mañana durante mi programa radial, llegó una pregunta a las redes sociales y me llamó mucho la atención pues, como locutores a veces somos psicólogos también, además de otras tantas cosas que vienen por añadidura.

Me preguntaba un chico: ¿Qué hago si esa persona especial me decepcionó? Y si les soy honesta en el momento no supe que responder, me quede congelada de pensamiento pues muchísimas veces no somos capaces de saber que hacer con nosotros mismos cuando algo no sale como lo planeamos y por eso, siempre es bueno contar con un plan de contingencia que nos ayude cuando la brújula se ha roto.

Plan de contingencia.

Para comenzar si hablamos de amor, trabajo, estudio, dinero, familia y tantas otras variables que pueden salir mal, si solo alguna (o todas a veces) se sale de control lo primero es darle paso a la explosión. Dice un escritor popular que, el dolor demanda sentirse. Deja que sienta, explota, llora, enojate mucho, vete al mar y grita, dejalo salir.

Toca fondo.

Dicen algunas personas que una de las razones por las que hay muchas personas enfermas sin aparente razón es por que se guardan demasiados sentimientos y emociones para ellos mismos y  nunca los dejan salir, aunque parezca algo rayado, solo envenenan el alma. Deja que te toque el dolor, permite que la nebulosa gaseosa se salga de control y haya una catástrofe.

Lo siguiente, es perdonarte a ti mismo y esta es una de las facetas más complicadas pues, se vuelve realmente difícil asumir que el 70% de las veces la culpa de todo lo que pasa es nuestra, pues somos nosotros los que tomamos la decisión de actuar y/o asumir una situación. Lo más aconsejable es pararte frente al espejo y ver que tienes el derecho de fallar, vamos, eres de carne y hueso.

Lo siguiente es asumir la responsabilidad pero, buscandole una solución. Si la hay, aprovecharla, pero si no, entonces aprender a permitir que cada cosa siga su curso. Una de los pensamientos que más me han ayudado a lo largo de la vida es entender que pasa solo lo que debió haber pasado, lo que estaba escrito debía pasar... Esto elimina el peso sobre mis hombros al entender que aunque pude haber tomado otras decisiones, esto que vivo es lo único que pudo haber sucedido y nada más. Estaba escrito.

Lo siguiente es dejarte consentir, ve y busca a aquellos que te aman de verdad, los que están para ti en las buenas y malas, volver y pedir perdon si es necesario, dejarnos abrazar por aquellos que aman la vida y nos sostienen aquí, con un pie en el suelo y el otro volando. Cuanta falta hacen aquellos que nos apoyan de verdad, que nos aman y nos hacen sentir especiales cuando la desilusión llega y la vida se pone cuesta arriba.

Y lo siguiente y último es cambiar, no puedes pasar por la tormenta y seguir siendo el mismo. Hay que renovarse, ser mejor, atrevernos a sentir algo nuevo de la vida y que el deseo por vivir nos embargue, que la caída sea el impulso que necesitábamos para dar lo mejor de nosotros, como cualquier herida, hay una enseñanza que quedó y nos hizo más sabios.

Hay tantas cosas que se pueden hacer, ve a la playa, adopta una mascota, sal a correr, lee un libro, dedicate a cualquier cosa que antes no hayas hecho, pero no te quedes estancado y por si mi plan no te resulta real, siempre después del catástrofe viene algo mejor para nosotros. Por si no lo sabias, cuando una nebulosa gaseosa entra en catástrofe, se marca el nacimiento de una nueva y brillante estrella, dale la oportunidad al caos para transformarte y, ser alguien mejor.

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