Llevamos meses en la misma rutina. Odiarnos hoy, empeorar mañana, sonreírnos tal vez pasado y comenzar de nuevo el circulo de vicioso a la siguiente salida del sol. Estoy cansada.
Me he cansado Cariño de que la sonrisa que antes provocabas en mi, se haya transformado en la mueca de dolor que me dejas al marcharte. Mi puchero se ha cansado de aparecer en esos labios que te besaban a diario y mis ojos simplemente ya no pueden llorar. Ha sido todo de mi parte.
Seamos amigos. Amigos de esos de los que se cuentan todo y se apoyan constantemente, alguna vez, antes de nuestra tragicomedia lo fuimos y llorabas conmigo, reías conmigo, soñabas conmigo hasta que el amor empeoró lo que ya eramos. Y si, voy a culpar al amor, Mi Cielo (porque para mi aun eres Mi Cielo), porque el amor nos deshizo al cautivarnos, nosotros ya eramos una historia graciosa y no era necesaria la tragedia para que alguien quisiera observarnos. Fracasamos los dos al intentar lo imposible.
Pero aunque fracasamos, te extraño. Te extraño como se anhela la lluvia tras meses de sequía, como se anhela el sol en la oscuridad de la noche, como se extraña el calor en los días de frío, así con esa necesidad, con esa carencia te extraño.
Y por esos días en que eramos todo sin ser nada en realidad viene mi súplica, seamos amigos por una vez más.
Volvamos a ser amigos, dedícame horas para hablar de música, enséñame de nuevo cosas que no sé y vos de sobra y por experiencia dominas, dame el beneficio de la duda nuevamente, sácate todos los enojos de una vez, volvé a llorar conmigo, abrázame sin que el amor se meta entre los dos, recordemos eso que nos unía antes de que el amor nos desuniera... seamos amigos una vez más.
Me he cansado Cariño de que la sonrisa que antes provocabas en mi, se haya transformado en la mueca de dolor que me dejas al marcharte. Mi puchero se ha cansado de aparecer en esos labios que te besaban a diario y mis ojos simplemente ya no pueden llorar. Ha sido todo de mi parte.
Seamos amigos. Amigos de esos de los que se cuentan todo y se apoyan constantemente, alguna vez, antes de nuestra tragicomedia lo fuimos y llorabas conmigo, reías conmigo, soñabas conmigo hasta que el amor empeoró lo que ya eramos. Y si, voy a culpar al amor, Mi Cielo (porque para mi aun eres Mi Cielo), porque el amor nos deshizo al cautivarnos, nosotros ya eramos una historia graciosa y no era necesaria la tragedia para que alguien quisiera observarnos. Fracasamos los dos al intentar lo imposible.
Pero aunque fracasamos, te extraño. Te extraño como se anhela la lluvia tras meses de sequía, como se anhela el sol en la oscuridad de la noche, como se extraña el calor en los días de frío, así con esa necesidad, con esa carencia te extraño.
Y por esos días en que eramos todo sin ser nada en realidad viene mi súplica, seamos amigos por una vez más.
Volvamos a ser amigos, dedícame horas para hablar de música, enséñame de nuevo cosas que no sé y vos de sobra y por experiencia dominas, dame el beneficio de la duda nuevamente, sácate todos los enojos de una vez, volvé a llorar conmigo, abrázame sin que el amor se meta entre los dos, recordemos eso que nos unía antes de que el amor nos desuniera... seamos amigos una vez más.
Comentarios