Si pienso en todos los seres que he conocido en mi corta vida, creo que nunca nadie me ha sorprendido tanto hasta hoy y aunque no niego que es lindo encontrar alguien que no sea del mismo molde que el resto del mundo, es muy difícil a veces, tratar de encajar.
He visto a demasiada gente bondadosa pero me he prendado de tu bondad, de esa que veo en tus ojos cuando surge algo de repente y el mundo necesita un super héroe; que así sin capa o poderes especiales este dispuesto a dar lo que puede (y a veces más), quizás con cosas sencillas pero que por lo menos cambien el mundo una persona a la vez, me gusta eso de ti.
He escuchado todo tipo de risas, locas, graciosas, fingidas, descontroladas, exageras, hermosas... Y la tuya es el canto de las sirenas en mi tímpano, esa mezcla entre pena y orgullo, entre picardía y honestidad, esa risa que solo puede venir de ti.
He comido de todo y en muchos lugares... Y he comido de ti.
Hablé con mucha (y quizás, hasta demasiada) gente, pero me han faltado las conversaciones fluidas a miradas cafés, en donde el silencio se siente a conversar y se sonrojen mejillas descaradas. He oído murmullos y voces, pero ninguna ha sonado tan áspera y dulce como tu voz.
Mucha gente me ha enfadado (cosa que conmigo es muy fácil) pero nadie ha logrado sacarme de mis casillas, someterme al sufrimiento y la agonía perenne, a nadie he odiado tanto mientras le sigo queriendo como te odio a ti.
Y puedo dar fe, que lo he visto todo... He ido y venido, comido y ayunado, llorado y reído, bailado y dormido, he visto pecadores y arrepentidos, he escuchado mentiras y verdades, he leído y he escrito tanto pero jamás la vida puede ser igual que antes y después de ti.
Para ti que sigues por el mundo... así, sin mi.
He visto a demasiada gente bondadosa pero me he prendado de tu bondad, de esa que veo en tus ojos cuando surge algo de repente y el mundo necesita un super héroe; que así sin capa o poderes especiales este dispuesto a dar lo que puede (y a veces más), quizás con cosas sencillas pero que por lo menos cambien el mundo una persona a la vez, me gusta eso de ti.
He escuchado todo tipo de risas, locas, graciosas, fingidas, descontroladas, exageras, hermosas... Y la tuya es el canto de las sirenas en mi tímpano, esa mezcla entre pena y orgullo, entre picardía y honestidad, esa risa que solo puede venir de ti.
He comido de todo y en muchos lugares... Y he comido de ti.
Hablé con mucha (y quizás, hasta demasiada) gente, pero me han faltado las conversaciones fluidas a miradas cafés, en donde el silencio se siente a conversar y se sonrojen mejillas descaradas. He oído murmullos y voces, pero ninguna ha sonado tan áspera y dulce como tu voz.
Mucha gente me ha enfadado (cosa que conmigo es muy fácil) pero nadie ha logrado sacarme de mis casillas, someterme al sufrimiento y la agonía perenne, a nadie he odiado tanto mientras le sigo queriendo como te odio a ti.
Y puedo dar fe, que lo he visto todo... He ido y venido, comido y ayunado, llorado y reído, bailado y dormido, he visto pecadores y arrepentidos, he escuchado mentiras y verdades, he leído y he escrito tanto pero jamás la vida puede ser igual que antes y después de ti.
Para ti que sigues por el mundo... así, sin mi.
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