Puerto de Acajutla, 25 de Noviembre 2014
Querido Mar:
Hace ya mucho rato que no estaba frente a vos, quizá porque hacia mucho que no me sentía desolada... Aunque si soy sincera la rubia con boquita de jocote y vestido verde esta conmigo, enumerando en la misma mesa mis logros y una que otra tristeza del alma.
Hoy te ves calmado pero imponente, hay algo misteriosamente malo en la calma de tus aguas, tan malo que estoy segura de que si decidís llevarte un par de almas hoy, muy en el fondo, quizás se lo merecían porque vos no te equivocas con tus castigos, vos no sos como mi corazón.
Como podrás adivinar, mi venida a verte no es en vano, sé que no hace falta que te explique que pasa por mi cabeza porque vos lo sabes con solo ver mis ojos, vos dialogas con mi alma mientras mi sonrisa no te convence.
Sabes que quiero un final.
Sabes qué, días como hoy no entiendo para qué diablos me sirve el corazón, por qué tendría yo que amar a alguien, por qué no solo dejarte ir por la vida, sin importar cuan vació sea el camino porque nada se compara al dolor de perder ese pedacito de vos que se va con alguien por quien has sentido tanto, sabes Mar esa pequeñísima parte de tu alma llamada Felicidad se la lleva el ser errante al que amaste, yo sé que de sobra sabes a qué me refiero... Sabes qué, días como hoy yo no entiendo a Dios.
Sabes Viejo, mientras estaba frente a vos se me acerco una nena, de unos cinco en proceso y con tremendos ojasos color de sol pero sabes más que su sonrisa me gustó su paz cuando me pregunto: ¿qué haces sola aquí? y siguió su escrutinio hasta saber mi domicilio, mi ocupación, me preguntó si tenia mamá y papá (vaya cosa) y vos de memoria reconocerás la amargura de mi contestación. Sabes que me preguntó si yo quería a mi madre y con la sonrisa gélida y angelical que le propicie, ella me contestó también marchándose pensativa, ¿pero sabes qué es lo mejor? que regresó sonriéndome para preguntarme: "¿por qué si sos una niña (a su criterio) esa botella esta en tu mano?" y me dio mucha vergüenza... De Cualquier otro subnormal, semejante cuestionario habría desatado en mi las profundidades del averno, pero a esa nena dulce, decime vos ¿cómo la engañaba? así que con una pizca de arrepentimiento solo pude decirle: Por favor no crezcas -y aun así me invitó a su piñata.
Sabes amigo, cuando yo estaba más chiquilina y vos te llevabas de farra esas largas temporadas a mi viejo, nadie me hizo el favor de aclararme que crecer, es morirte cada día un poquito. Vos que conoces de sobra a los míos te recordas que me decían que cuando uno crece, conoce el amor; que cuando creces, sos libre; que cuando sos grande todo en tu vida es mucho mejor... Pero sabes qué Cómplice, que ya estoy grande y el maldito amor esta acabando conmigo; que crecí y tengo mentalidad de esclava; que voy para vieja y mi pensamiento de que la humanidad es una mierda se aferra más a mi consciencia.
Sabes qué Maestro, apenas me estoy dando cuenta que por diez días hoy, no es un año desde la ultima vez que vine aquí donde vos, llorando por la misma razón... ¿te acordas? era esa también una tristeza onda, sin salvación desgarrante, una tristeza deshonesta Viejo, una tristeza que hacia mella en mis carencias...
Sabes que de vos no puedo despedirme, pero ya es tarde y me voy, pero no importa a que lugar me vaya siempre te voy a poder ver. Si te prometiera salir de tu camino, esa sería una promesa rota en cuanto la haga. Vos sos el único que me entiende, que me escucha sin quejarse, el que siempre ha estado conmigo aun cuando quien nos presentó se fue a vivir allá, donde las nubes toman de tu agua salada.
Hasta la próxima Mansedumbre retenida, vos que no pedís nada y te lo has ganado
todo...
La Loca de siempre, la que es tuya y de nadie.
Comentarios