Y fue así que un día cualquiera, común y corriente una emoción diferente, una esperanza latente, un amor tan santo se apodero de lo que soy y comencé a pensar ¿y qué tal si...?
La pregunta comienza a crecer en mi, al igual que mis nervios ¿puede acaso que un ser tan simple como yo tenga ese derecho? mis mejillas están ruborizadas de solo pensarlo. Tengo un dolor punzante en la cuna de este sueño y un deseo babeandome las ganas por lo que veo y mucho mas.
Un escalofrío me recorre ¿lo inevitable por fin me ocurrirá? ¿será acaso que estos calambres malcriados y rebeldes me traigan por fin felicidad? Tengo muchas dudas es la realidad, preparada no estoy debo admitir... Solo sé que tengo mas hambre de lo normal.
No sé que me pasa, el miedo me agota pero... tengo la ilusión de que para bien y "jamas" para mal algo pasará y puede que muy pronto alguien me ame por sobre todo y sin igual... Ojalá.
Comentarios