Ir al contenido principal

Y EL CIELO, CONMIGO LLORÓ.



Luego de una larga espera en la banca de un parque, me atreví  a mirar más lejos y en la dirección que mi nariz apuntaba; me sentía desconcertada, anonadada, admirada y preocupada ¿sería posible que la vida, realmente cambiara de un momento a otro? ¿Sería posible que el futuro podía dejar de vislumbrarse tan hermoso como en los sueños de cualquiera aferrado a esta vida?

No había más que preguntar, mis ojos ya no querían llorar, era tarde y nada podía hacer ya.  La vida me estaba cobrando lo que aún no había podido disfrutar. 

Y quedándome tan poco por luchar comencé a observar aquellas cosas que antes y si no fuera por esto jamás habría podido captar. Mire al cielo y me percate que las nubes forma podían tener, imagine que hasta en algodón de azúcar las podía transformar, esto me hizo sollozar.

Vi más lejos y encontré el llanto de un niño, socorrido por su madre. Entendiendo ese lenguaje mudo que no se explica más que con miradas y lágrimas fugaces, deseosas de atención. Baje la mirada con recelo pues de nuevo recordé que de esto jamás me hubiera enterado si tuviera el tiempo que me faltaba hoy. 

Seguí mirando, observando, viendo a la gente correr. Gente que como yo no se detiene a pensar que el ir muy deprisa pasa factura, que si no es hoy cuando  nos damos cuenta que la vida es muy bella, puede que sea muy tarde cuando se nos cobre el precio con
semejante infortunio. Seguí mirando y sonriendo, viendo lo que me restaba de vida pasar… el cielo me observaba a mí y al no poder ayudarme, conmigo comenzó a llorar.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Monologo Del Corazón Roto (Ciclos... Antes, durante y después del amor)

En el universo de los caídos, es un placer doloroso, tenerte tan cerca y echarte de menos... Antes... Me siento nerviosa de solo pensar en verte llegar, en sentir como tu perfume llena todo el lugar, quiero que tus ojos me miren y me acaricie tu voz. Eres tú, tú, tú y no puedo parar de soñar. Dices que me quieres, que te de una oportunidad y no sé si sea lo correcto, puede que no seas la persona para mi; no quiero seguirlo pensando, tus manos no me recuerdan a nadie antes de ti, tus ojos solo son tuyos, el mundo me sabe bien desde tus labios, te veo y sé que eres tú ¿cómo podría ser alguien más? nadie me llena tanto ¿qué haces que siento que te amo tanto? Quédate conmigo, comencemos de una vez. Durante... Estas aquí y todo es perfecto, perfecto es un modo de decirlo, comienzo a preguntarme si tú me quieres de verdad. Me esperaste tanto que he llegado y tengo miedo de verlo acabar. Mi inseguridad me recuerda cada día que un rayo de luz puede cegarte y yo perderte para siempre. T

La Gata

  Llevo un tiempo lanzandome desde la ventana de la casa, luego de ver a las personas pasar, apuradas, agobiadas y sin tiempo para lo importante; me acomodo y afilo mis garras en la tela descosida del sofá, me recuesto ahí sin saber cuando tiempo me he dedicado a solo existir. Deambulan mis ronroneos para mi misma y mientras mis patas apelmazan mi zona de confort. Me he quedado sola y solo soy La Gata, no hay más que hacer que dejar caer mi gracia y hacer sonar mis maullidos solitarios sobre la cocina.  Como cualquier animal lleno de gracia y con talento para ser yo he debido acostumbrarme a la soledad. A dejar que me admiren, que me alaben, que me den cariño pero sin permitirles pasar a lo recóndito de mi mente. Existe una gran tranquilidad en que me dejen ser yo, hay una paz envidiable en que me dejen solo ser.  No quiero que nadie me adopte, me siento bien así... No quiero encontrar otro hogar, así me siento completa. Existe en la galaxia de mis ojos un espacio infinito en donde si

Seguimos Juntos

Han pasado 108 lunas llenas desde que tomados de la mano dije que sí. Una palabra, dos letras que lo cambiaron todo. Seguimos juntos, mientras mi andar se hace más lento cada día y tú te escondes en el naranja del cielo, esperando por mi en nuestro atardecer. Seguimos juntos en nuestros sueños, en el último rincón de la tierra por donde el sol aparece, en el lucero que acompaña la noche con su luz deslumbrante, en el aire que roza mi piel mientras subo a donde estás y no puedo verte. Tengo la sensación de que no sabia lo que era vivir hasta que me vi en esos dos ojos de miel cubiertos por pestañas que movían huracanes a su gusto, no sabía lo que era la suerte hasta que los deseos de cumpleaños se cumplieron dejándome tenerte, la fortuna me sonrió con unas manos que tomaban fuerte de las mías mientras me arrancaban los miedos, seguimos juntos aunque no estés porque el amor ha vencido la muerte más de una vez y lo que es eterno se tatúa en la piel de quien ama. Seguimos juntos m